Unas semanas después de la siempre polémica Diada de Catalunya, este año más si cabe con las protestas de los trabajadores y el boicot a Noa, y con tiempo para reflexionar todo lo acontecido desde entonces hasta ahora puedo asegurar que desde mi punto de vista la política catalana ha tocado fondo, y mencionare dos hechos que a mi juicio lo demuestran.
El primer hecho corresponde al 11-S y el oportunismo político de Laporta. La celebración de la derrota de la España federal y plural contra la España centralista y uniformizadora, ha erigido a un hombre que hace 6 años no era nadie en un salva patrias con barretina. Hablamos como no de Joan Laporta. El presidente del Barça, que acudió a una de las muchas manifestaciones a favor de un estado propio acontecidas en la capital catalana el día 11 de Septiembre, ha utilizado el club como plataforma de impulso hacia una carrera política encaminada hacia el independentismo mas neoliberal catalán. En los últimos días, los partidos políticos de corte nacionalista catalán o independentistas se rifan a este hombre y a todo el halo mediático que lo envuelve ofreciéndole un puesto en sus filas. Esto no solo insulta a los políticos profesionales de estos partidos, sino que muestra la desesperación que tiene el independentismo político por encontrar una cara amable para el gran público y así incrementar los pocos apoyos con los que cuenta. Confiar en una persona que ha jugado con una de las instituciones sociales más representativas de Catalunya en beneficio propio, dice muy poco de la clase política nacionalista actual.
El segundo hecho tiene que ver con el referéndum independentista d’Arenys y todo el revuelo mediático que ha formado la consulta. Esta consulta ilegal, sin validez y con una participación no superior al 41%, ha estado realizada con la única intención de que saliera el SI. No solo han bajado la edad para votar sino que han dejado participar en la consulta a colectivos inmigrantes que dudo que sepan lo que es la autodeterminación de Catalunya y la unidad de España. El fin justifica los medios como se acostumbra a decir, y todo sea para salvar la patria. Lo peor de esta bufonada soberanista es que se extienda por diversos ayuntamientos y cada día tengamos una crónica de la independencia en el Avui o un reportaje de 20 minutos en TV3 sobre cómo van a votar 4 payeses, aunque es preferible esto a prohibirlos ya que entonces resurgiría el siempre electoralista victimismo nacionalista y su frustración hacia las instituciones estatales.
En conclusión que un país caracterizado por el seny, por la coherencia en sus actuaciones, se lance al monte y enarbole a Laporta cual Che Guevara a la catalana y que se lance a una espiral de fractura social mediante referéndums sin validez, explica la pésima calidad de la política catalana y sobretodo la de las fuerzas soberanistas, es decir ERC, CIU y el nuevo partido de Carretero Reagrupament.cat. Menos mal que algunas fuerzas políticas todavía mantienen esta coherencia y este saber hacer, y espero que sigan manteniéndolo en el gobierno.
